LOS LIBERALES Y LA PÍLDORA
Foto: Alejandro Olivares
Aunque no me gusta la píldora, yo no habría firmado el requerimiento que presentaron los diputados de la Alianza, porque no soy científica, ni médico, ni tengo los argumentos necesarios para decir si es abortiva o no. Pero sí he señalado siempre que, si se vende en las farmacias, entonces también se puede entregar gratuitamente en los consultorios. Y si se llega a prohibir, se tiene que prohibir para todos.
Si nuestra Constitución dice que se prohíbe el aborto, y alguien probase fehacientemente que la píldora es abortiva, sería inconstitucional y habría que prohibirla, pero para todos. Pero como nadie lo ha probado hasta ahora, yo no tengo claro que sea el Tribunal Constitucional el órgano competente para pronunciarse sobre una materia tan compleja como ésta.
No sé cómo viene el fallo del Tribunal Constitucional, pero no puedo creer que haya una situación en Chile en que la píldora se pueda vender en las farmacias y no se pueda entregar gratuitamente en los consultorios. Si ese fuese el caso, habría que legislar, pues no se puede permitir que en esta materia haya ley del embudo.
De todas formas pienso que los parlamentarios tienen todo el derecho a pedirle al Tribunal Constitucional un pronunciamiento si creen que en una situación no se está cumpliendo como un mandato constitucional. Por eso es que me ha molestado que personas que se consideran liberales, cuestionen el derecho que tienen otros de hacer un requerimento.
También me ha molestado que cuando un órgano falla en contra de lo que los otros sectores liberales, o mal llamados liberales, les gusta, entonces creen que hay que acabar con esa institucionalidad. Ser liberal significa tener respeto por las posiciones de los demás y acá, mucha gente que se llama liberal, en realidad son ayatolas de la liberalidad, que es una cosa muy distinta.
A mí no me gusta la píldora del día después como anticonceptivo. Supongo que una mujer que está en una relación estable de pareja se cuida con métodos más permanentes de anticoncepción, mientras que la persona que tiene algunos encuentros sexuales esporádicos, no sólo debiera cuidarse del embarazo, sino que también del sida.
La píldora del día después da una falsa sensación de seguridad, en el sentido de que vas a una relación sexual casual pensando que está la píldora del día después. Sin embargo, no existe una píldora del día después del sida. Por eso creo que toda esta campaña que ha montado el Ministerio de Salud se ha enfocado solamente a un punto y está ignorando respecto del otro, que es mortal.
Tampoco me agrada esta ofensiva que ha hecho el gobierno en su favor, porque es una campaña que tiene mucho más que ver con ideología que con un verdadero acento en la salud de las personas y, sobre todo, de los jóvenes.
Además, como método de anticoncepción, cuidado, que la píldora del día después tiene fallas grandes y está dando un mensaje muy equívoco hacia la juventud ¿Dónde está la campaña del condón? ¿Dónde está la campaña de cuídate del sida? Desapareció. Y al final el sida es un tema tan serio como el embarazo adolescente y pienso que ambos se deberían abordar juntos.
Pero acá, desgraciadamente, un tema que es serio se ha perdido en una discución ideológica tanto de la Concertación como de parte de algunos parlamentarios de la Alianza.
20080421
Evelyn Matthei, Senadora UDI
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