20080421

Carolina Varleta, actriz


"QUE POR LO MENOS TENGAMOS LA DECISIÓN DE QUERER O NO TENER HIJOS"

Foto: Alejandro Olivares



Esto es macabro, esa es la palabra: ma-ca-bro. Cuando hay responsabilidad ni siquiera debería existir la necesidad de usar la píldora del día después, pero es necesario respetar la libertad de cada uno de nosotros de decidir si tomamos o no la pastilla. Es una vergüenza que seamos todavía una nación bastante atrasada y retrógrada. Me da pena, además, porque las más perjudicas van a ser, una vez más, las clases sociales más bajas y van a traer niños al mundo sin querer y todo en una cadena espantosa que no se corta.
Me parece feroz que la vendan en las farmacias y que no las repartan en los consultorios porque cada mujer tiene derecho a decidir. Lo único que tal vez podría rescatar de este momento es que me han llegado muchos mails y cadenas sobre la píldora y yo me he unido mucho a este tema. Eso lo encuentro bastante positivo, que nos unamos, porque cuando nos unimos podemos alegar y por lo menos ser escuchadas. O sea, creemos que estamos viviendo en un país con democracia, pero me desilusiono frente a estas decisiones.
Somos cinco países los retrógrados que están evitando la píldora y en la mayoría la aceptan. Ya se ha dicho que no es abortiva, entonces, siento que el poder de la Iglesia católica es bien complicado. Yo creo que la iglesia se debería preocupar de otros temas, como la pedofilia y otras cosas que están metidas en su interior más que estar metiéndose en las decisiones personales de cada mujer.
Creo que hay una cadena que hay que romper, la cantidad de probreza, la cantidad de niños que vienen al mundo sin ser deseados lo encuentro fatal. Entonces, que por lo menos tengamos la decisión de querer o no tener hijos, porque los abortos son más nocivos. ¿Cuánta gente muere con los abortos y en condiciones precarias? Y la clase alta es la única que puede acceder a clínicas abortivas con mayor higiene.
Yo pienso que cada uno tiene que tener la decisión de hacer lo que quiere, y no pueden estos pelotudos, estos tipos, decidir por nosotras. No pueden ser tan retrógrados, si se supone que vivimos en democracia. Yo tengo un padre ginecólogo y él me ha hecho bastante despierta frente a estos temas. Todavía no he hablado con él al respecto, pero debe estar en la misma línea que yo.

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