"NO SE PUEDEN METER EN LA CAMA DEL PAÍS POR DECRETO"
El fallo es la imposición de una postura ultra conservadora en la vida privada de las mujeres. El argumento es la defensa de la
vida. ¿Pero de qué vida están hablando? Si se trata de no violar los derechos de unas células, habría que pensar primero en la violación de los derechos de las propias gestoras de esas células con la imposición de unas medidas que ponen en riesgo, precisamente, sus vidas. La mujer tiene derecho a decidir cómo lleva su sexualidad, qué hace con su cuerpo y en qué momento decide o no decide ser madre. Eso va primero. Además, aquí hay una discriminación social. Como ocurre con toda la salud en Chile. Si tienes plata accedes a lo que quieres. Si no, fregaste. Pero el tema de fondo, para mí, es la imposición de un concepto ultra conservador y retrógrado de sexualidad. Es aberrante, que apliquen sus doctrinas en sus vidas privadas, si quieren. Pero no se pueden meter en la cama del país por decreto.
La píldora es un instrumento de las políticas de salud pública. Los embarazos no deseados (por edad, por condición económica, por situación social, por salud mental) existen en Chile. Y la píldora al menos evita que esas gestaciones no deseadas se transformen en hijos no deseados. La píldora, ya se ha dicho, es una manera de evitar el aborto. Y si se mira técnicamente, es también una manera de evitar la extensión de la pobreza. Me parece que la religión no tiene nada que ver ahí. Creer o no creer en Dios no evita la miseria”.
20080421
Alejandra Costamagna, escritora
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