Katherine Salozny, animadora

"LAS MUJERES TENEMOS TODO EL DERECHO A ELEGIR"

Foto: Alejandro Olivares



Cuando apareció la píldora sentí que era una buena noticia. Yo dije: uy, qué alivio, porque aquí se van a solucionar muchos temas, como el de la salud y que tiene que ver con tantas mujeres que no tienen recursos para tener un método anticonceptivo como el que puede usar uno. Partiendo por eso, y después por temas bastante más sórdidos, como son las violaciones y los abortos. Y abortos de las maneras más aberrantes, porque acá también hay diferencias entre los que se hacen las mujeres pobres y las ricas. Por eso sentí que qué bueno que haya una solución. Pero ahí empieza esta discusión de si es o no abortiva. El otro día, la ministra de Salud dijo que tratar de demostrar de que era abortiva, era como tratar de demostrar que la aspirina lo es, ¿cachai?
Unos dicen que es abortiva y otros dicen que no lo es. Yo no tengo la certeza, pero aún así, y más allá de eso, las mujeres tenemos todo el derecho de elegir y la subestimación es lo que me parece delicado. Porque si yo tengo la duda y estoy en contra del aborto, no tomo la píldora. Pero uno debe elegir qué hace con su cuerpo. Acá se cruza un tema moral, pero la moral pasa por incluir al otro que es distinto y por no vetarse los unos a los otros. Encuentro muy fuerte que alguien ponga un veto y una prohibición. Eso te deja como sin opinión ante un tema.
Por eso cuando apareció el fallo lo primero que me surgió fue lo que dije en el programa: ¿cómo un puñado de nueve personas está decidiendo por millones de mujeres y a puerta cerrada¿Y dónde está la sensibilidad y los discursos que uno escucha todos los días de que somos un país en vías de desarrollo, que somos más tolerantes y que tenemos que abrirnos a la diversidad? Todo eso se me enquistó en este Tribunal Constitucional. No me es representativo. Pero lo más brutal es que la píldora no se le entregue al sector público. Eso me parece insólito. En el sistema público no se distribuye, pero en el privado no podemos hacer nada porque es privado. ¿Y dónde me encaja entonces el discurso moral que tanto se defiende? Eso es inmoral por todo lo que encierra, porque es brutalmente discriminatorio. ¿Y en qué quedaron los avances del país? Es un chiste, una falta de respeto. Eso nos violenta a las mujeres, porque la libre elección es un derecho inherente al ser humano. Además, son hombres los que deciden y en este país ya hay muchos escenarios donde son mayoritariamente los hombres los que dicen qué se debe hacer o no en muchos aspectos. Por eso, creo que ésta es la punta de un iceberg, o desde aquí se devela la problemática que todavía existe con la mujer, porque hay un discurso de que nosotras tenemos más protagonismo, pero ya no sé qué tanto de esto se estaba dando.